Repasa todos los conciertos y las apariciones públicas de Charly García, entre 1956 y 1993. La segunda edición ampliada aporta nuevos testimonios y documentos a esa especie de gran biografía colectiva que se escribe diariamente sobre este artista.
Sin el mínimo temor a destruir mitos que hayan contribuido a convertirlo en la estrella máxima del rock argentino, “Esta noche toca Charly”, el libro de Roque Di Pietro que repasa todos los conciertos y las apariciones públicas de Charly García, entre 1956 y 1993, presenta una segunda edición ampliada, que aporta nuevos testimonios y documentos a esa especie de gran biografía colectiva que se escribe diariamente sobre este artista.
Precisamente, esta publicación “más completa pero no definitiva”, según advirtió a Télam su autor, a la lanzada en 2017, se robustece a partir del aporte de material acercado por distintos fans, a la vez que actúa como una suerte de gran archivo de datos que dialoga con otros libros que se centran en distintos aspectos del gran astro del rock local.
El libro, cuyo subtitulo reza “Un viaje por los recitales de Charly García”, sobresale por su minucioso repaso por todos los shows y las distintas apariciones públicas realizadas por el músico en el período abarcado entre su primer concierto en el Conservatorio Thibaud-Piazzini hasta el ingreso a su etapa “Say No More”, lo cual es reconstruido a partir de testigos, grabaciones, memorabilia y videos.
Entre los grandes hallazgos de esta nueva edición aparecen las reveladoras declaraciones de un excompañero de Charly del Conservatorio y datos sobre el joven, hasta ahora anónimo, que durante un concierto en el Teatro Gran Rex, en 1990, irrumpió en el escenario y amenazó al músico con un arma de juguete.
Pero más allá de algunas cuestiones coloridas, el excesivo acercamiento de la lupa sobre el artista puede hacer tambalear por momentos algunos mitos construidos a lo largo de su carrera, muchos de ellos alimentados por el propio artista, como el que le atribuye una genialidad precoz en el campo de la música clásica, por citar apenas uno de ellos.
Sobre esta cuestión, el viaje sin fin que propone el abordaje de un libro de este tipo, el aporte de los lectores y la gran biblioteca que gira en torno al mundo García, conversó el periodista Roque Di Pietro con esta agencia.
– ¿Qué cosas determinaron la necesidad de una segunda edición?
-: La primera edición salió con la información que tenía en ese momento pero cuando apareció el libro, muchos lectores empezaron a bombardearme con información nueva, a acercarme cosas que no estaban, a señalarme caminos para seguir investigando, datos sobre gente que no había podido encontrar. Desestimar todo eso me parecía una picardía porque había herramientas para seguir completando la historia.
-Ante esta retroalimentación permanente, ¿qué marca el límite para publicar?
– El límite es el momento de imprimirlo porque en realidad no se termina nunca. Es tan amplio el campo de acción que propone el libro, con toda la información que hay dispersa, que es como un “work in progress” constante. Se seguirá escribiendo. Esta es la versión más completa pero no la definitiva.
– ¿Qué objetivo se planteó cuando empezó con este trabajo recopilatorio?
– La intención era organizar todo lo que se había escrito alrededor de Charly, no solo en libros sino también en la prensa. Había muchas cosas que no estaban claras y se daban por ciertas sin un respaldo documental, como la leyenda que decía que cuando Sui Géneris presentó el disco “Vida” en el Teatro Ópera se cortó la calle Corrientes. Esa es una leyenda que se repetía y era falsa. La idea era contar con la mayor veracidad posible algunos hechos que estaban como en una nebulosa. Es información que a mí me hubiera gustado leer en un libro.
– Ahí se inscribe su etapa en el Conservatorio. ¿Qué significó para usted sumergirse en un tema que derriba parte de un gran mito que habla de su precoz genialidad en el campo clásico?
– Fue crucial porque se decía que podría haber sido un concertista de la dimensión de Martha Argerich si no se hubiera cruzado Los Beatles en su camino. Se repetía sin pensar y yo me propuse ver qué tan real era. No quise tirar abajo el mito, sino exponer la historia con la mayor realidad posible. Busqué los programas de sus conciertos en el Conservatorio, le pedí a especialistas que analizaran el grado de dificultad para una persona de esa edad y me dieron un panorama que le baja un poco el tono a esa leyenda. ¿Eso quiere decir que no podría haber sido concertista? No, para nada, pero la conclusión a la que llego, aunque contrafáctica, es que el impacto que tuvo Charly en la música popular, nunca lo hubiese tenido de haber continuado en la música académica.
– Muchas de esas leyendas fueron alimentadas por relatos del propio Charly…
– Claro, pero están construidas sobre hechos verídicos. Por lo general, todo es cierto. No es humo. No es un mentiroso. En todo caso están algo dibujadas, algo idealizadas.
– En los últimos tiempos se editaron muchos libros centrados en la figura de este músico. ¿Qué lugar ocuparía este trabajo? ¿Cuál es su aporte?
– Hay una biblioteca García en marcha y me parece lógico que existan libros sobre Charly porque es un artista tan profundo que se lo puede investigar desde miles de ángulos diferentes. Mi libro dialoga con todos esos libros. Los leo todos y uso cosas de todos. Cuando decidí escribir el libro, intenté que se vinculara con todo ese material prexistente. MI vanidad dice que desde la aparición de mi libro se puso en valor el material pirata que había dando vuelta. Esa es una fuente de información impresionante. Es una pena resignarla. Desde la aparición de este libro, aunque uno tenga apenas una grabación pirata de diez minutos de Charly tocando, tiene un valor.